jueves, 30 de octubre de 2014

LIMPIAR ALCANTARILLAS



LIMPIAR ALCANTARILLAS
Limpiar las alcantarillas para que la mierda vaya fluyendo, ¡NO , SANTO CIELO! No hay basurero en este país donde almacenar tanta mierda ni escobas para barrerla, ni trullos donde meterlos.
Hay que abrir las escotillas para que a modo del “Prestige”  la porquería la arrastre este diluvio y vaya a parar al fondo del mar para que nunca jamás vuelva  a flote.
Se resisten y se resisten a dejar sus cargos y volver a ser ciudadanos de a pié. ¿Porque será? Pues está claro y no es unas sola la razón.
Primero.- si bajan a nivel de tierra estarán a tiro de cualquier depredador,  pierden su aforamiento y eso, como no, les asusta.
Segundo.- Si dejan el sillón, tienen que coger la silla y ésta es mucho más incómoda y menos rentable. Y la cosa no está para ir a la cola del INEM.
Tercero.- Si se mezclan con los humanos pierden su glamur, pasarían de ser señor don a “Luis el cabrón”. “Carlos el hijo puta” y eso dueeeeleee.
Tanto es así que, comienzan a fomentar un nuevo slogan “hay que limpiar las alcantarillas” o lo que es lo mismo, quitémonos de en medio aquellos torpes que no han sabido robar, para que quedemos los listos, lo que sigamos en la situación de privilegio que nos otorga la política. De paso, limpiamos nuestra imagen, quedamos como dios ante los tontos ciudadanos y nos ratificarán en el Poder.
Esto es como la guerra. Nosotros, los listos, desde la colina observando la situación. Ellos, mientras en la lucha por las miserias, y cuando la mierda nos vaya llegando al cuello, hacemos un pacto entre generales, donde se salve nuestro honor, quede a salvo nuestra responsabilidad y sigamos mandando y ordenando. Así de sencillo. Nada nuevo. Esto es la historia misma. Recordemos: la guerra siempre la ganaron los generales y la perdieron los pueblos. Pero, hete aquí que, según parece, el pueblo se está emancipando y con una estrategia bien planificada, un conocimiento del campo de batalla y un ejército bien preparado, les está ganando la batalla a los generales.
Presiento que si se siguen haciendo las cosas bien, despacio, con entusiasmo, trabajando con rigor e inteligencia, siendo generosos y transigentes con los criterios de los demás, estamos en los albores de una nueva etapa histórica.
Así lo presiento ¡La historia nos dará la razón! Porque PODEMOS, si queremos.

Juan Pedro Dueñas Santofimia 
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